Sus auras estaban en perfecta sintonÃa con el entorno, haciéndoles brillar con luz propia
el sol marchó rápido aquel dÃa quedándose una tarde fresca y nublada. Des del coche camino a la playa veÃamos cómo empezaba a llover... y justo encontramos retenciones... a pesar de tenerlo todo en contra llegamos; fue un momento pequeño con las últimas luces del dÃa que vivimos al máximo! Acompañados por la llovizna compartiendo la intimidad de una playa desierta. Collin no se lo pensó dos veces en seguirlos incluso dentro del agua!