Cierra los ojos, acércate lentamente; sonrÃeme sin verme, siénteme sin tocarme
Cierra los ojos, hasta llegar a mi
Cómo unos pocos centÃmetros de distancia pueden guardan un instante tan diminutamente bonito; casi imperceptible en un mar de circunstancias y casualidades.
Inconscientes del constante presente que tenemos delante, transcurre nuestra vida en cada instante, cada recuerdo, cada mirada y cada sonrisa.
Evadiéndose del entorno, de cada sensación en su cuerpo, de cada preocupación y de cada deber; sólo se sienten el uno al otro. Con las manos entrelazadas imaginando su sonrisa, escuchan su respiración queriendo besarse.